Muy buenas, sé que llevo días sin escribir y voy con retraso. La verdad es que tal y como han ido las cosas estos días, he tenido pocos ratos para ponerme delante del ordenador para escribir en el blog, y cuando lo he intentado, no tenía las fuerzas anímicas necesarias para escribirlo. Escribo la solución al problema 8 por obligación, pero, al menos por hoy, no pondré un nuevo problema, ya que aunque querría seguir con el blog, ahora mismo no tengo las energías suficientes para hacerlo.
El problema era muy sencillo: calcular con cuántos ceros acaba 1000!, o sea, 1000 factorial.
Mes: septiembre 2012
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Hoy voy a dedicar la entrada a la poesía. Entre las diferentes manifestaciones de arte en las matemáticas, se encuentra la poesía matemática, que se demuestra de diferentes formas, y con autores más o menos conocidos. Es realmente impresionante la gran cantidad de composiciones poéticas que se han hecho del mundo de las matemáticas.
Para empezar, un poema-adivinanza del ajedrecista español Manuel Golmayo (1883-1973), y dice así:
«Soy y seré a todos definible
mi nombre tengo que daros
cociente diametral siempre inmedible
soy de los redondos aros»
Pista: Contad cuántas letras tiene cada palabra…
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Ya que estoy, pongo el siguiente problema de la semana, ya el octavo (¡pronto cumpliré dos meses de blog!).
El enunciado de esta semana es muy sencillo, sólo hace falta saber lo que es un factorial. Si no os acordáis, hace unas semanas en la solución al problema de formar el 6 lo expliqué.
El problema de esta semana es: ¿con cuántos ceros acaba el resultado de ?
Que aproveche.
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Hoy sábado toca resolver el enigma de la semana anterior, el de la moneda falsa. Recordémoslo:
«Disponemos de ocho monedas, aparentemente idénticas, pero una de ellas es falsa. Sabemos que la moneda falsa pesa un poco más que las otras monedas, y para averiguar cuál es la moneda falsa tenemos una balanza con dos platos. El problema se trata de averiguar, con sólo dos pesadas, cuál es la moneda falsa.»
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Esta entrada está dedicada a mis alumnos y ex-alumnos de 2º de Bachillerato científico. Hoy he explicado en clase uno de mis teoremas favoritos. Aunque yo soy más amigo del Álgebra y la Matemática Discreta, y también un poco de la Geometría, la verdad es que algunos resultados de Análisis me resultan brillantes.
El Teorema de Bolzano es uno de ellos, dada su sencillez, y porque la reacción de los alumnos siempre es de extrañeza, como preguntándose: «¿de verdad es necesario un teorema para esto?» Y es que a los matemáticos nos encantan los teoremas de existencia de soluciones. No nos interesa el cómo se resuelve una ecuación, un problema, sino algo más profundo, como saber si existe la solución o no. -
Muy buenas, a estas horas pongo el problema de la semana. Es otro problema clásico, que quizá ya conocéis. Espero que os guste.
A continuación, el problema…
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Muy buenas, hoy sábado toca resolución del problema de las edades de las hijas, que planteé la semana pasada. Recordemos el enunciado:
Eleuterio y Obdulio se encuentran después de muchos años, y tienen este curioso diálogo:
– Hola Eleuterio, ¡cuánto tiempo sin vernos!
– Pues sí, Obdulio, pero parece que fue ayer. ¿Qué es de tu vida?
– Pues bien, me he casado y tengo tres hijas.
– ¿Qué edades tienen las hijas?
– El producto de sus edades da 36 y la suma da el número de aquella casa.
– Obdulio, ¡me falta algún dato!
– ¡Ah, sí! La mayor estudia piano.
Después de este diálogo, que parece propio de dos personas de un manicomio, ¿podrías averiguar qué edades tienen las tres hijas de Obdulio?
A continuación, la solución…
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Investigando qué escribir hoy, he encontrado una falacia o paradoja matemática que me ha resultado interesante comentar. Además, como apenas he puesto cosas de geometría, creo que es momento de poner algo así.
En primer lugar, cogeremos un cuadrado de longitud 1 por cada lado:Evidentemente, la diagonal da , ahora os mostramos el resto del engaño…
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Hace un par de semanas os planteé un truco matemágico, en la entrada Matemagia con sumas y restas, en la que os pensabais un número, y haciendo algún juego con las cifras, sumas y restas, siempre da 1089. Concretamente, hacíamos esto:
- Primero, teníais que pensar un número de tres cifras que no fuese capicúa, por ejemplo, el 931.
- Luego invertíamos el orden de las cifras: 139
- Restábamos el mayor al menor: 931-139=792
- Luego invertíamos el orden de las cifras del resultado: 297
- Sumábamos, y daba 1089. ¿Por qué?
A continuación, la solución del truco…
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Hoy, domingo, tenemos el sexto problema de la semana. Este problema hace muchísimos años que corre, dicen que es de la época de Einstein, en diferentes versiones. Se trata de pensar y razonar todos los datos, pero no es muy complicado. Espero que os guste. Por cierto, mirando por internet he encontrado esta foto curiosa del número de una vivienda.