Hoy voy a dedicar la entrada a la poesía. Entre las diferentes manifestaciones de arte en las matemáticas, se encuentra la poesía matemática, que se demuestra de diferentes formas, y con autores más o menos conocidos. Es realmente impresionante la gran cantidad de composiciones poéticas que se han hecho del mundo de las matemáticas.
Para empezar, un poema-adivinanza del ajedrecista español Manuel Golmayo (1883-1973), y dice así:
«Soy y seré a todos definible
mi nombre tengo que daros
cociente diametral siempre inmedible
soy de los redondos aros»
Pista: Contad cuántas letras tiene cada palabra…
La respuesta a la adivinanza es el número pi. Si contáis las letras de cada palabra, podemos observar que hay los dígitos de Hay varios poemas de este estilo:
“Voy a amar a solas, deprimido
no sabrán jamás que sueño hallarte,
perímetro difícil, escondido
que en mis neuronas late…
Oscuro el camino para ver
los secretos que tú ocultas
¿hallarlos podré?…”
Otra más, en este caso para el número e (2,718281…):
«El trabajo y esfuerzo de recordar e revuelve mi estómago, pero podré acordarme. Será fácil si leo todas las frases. La repetida canción será cantada y así verás el número huevón»
Para acabar con este rincón literario, que seguirá en futuras ediciones, dos poemas, uno de Rafael Alberti, un soneto dedicado A la divina proporción (numero áureo):
A ti, maravillosa disciplina,
media, extrema razón de la hermosura,
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.
A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el Universo armónico origina.
A ti, mar de los sueños angulares,
flor de las cinco formas regulares,
dodecaedro azul, arco sonoro.
Luces por alas un compás ardiente.
Tu canto es una esfera trasparente.
A ti, divina proporción de oro.
Y otro poema, de Miguel de Unamuno, sobre la tabla de multiplicar:
2 × 2 son 4,
2 × 3 son 6,
¡ay que corta vida
la que nos hacéis!
3 × 3 son 9,
2 × 5 10,
¿volverá a la rueda
la que fue niñez?
6 × 3 18,
10 × 10 son 100.
¡Dios! ¡No dura nada
nuestro pobre bien!
Infinito y cero,
¡la fuente y el mar!
¡Cantemos la tabla
de multiplicar!