El problema de la semana 15 es un problema que tiene que ver también con las apuestas, aunque en este caso es un poco diferente.
Ramón es un jugador compulsivo de la ruleta, y pierde mucho dinero. Harto de perder tanto dinero, pide consejo a su amigo Miguel, acostumbrado a ganar mucho dinero en el mundo de las apuestas (después descubrirá que estaba compinchado con el casino). Al final, llegan a un trato: Miguel le dirá a qué color apostar (rojo o negro), con la condición de que, por cada vez, le dé 160 euros.
A la primera tirada, Ramón apuesta todo lo que tiene al rojo, tal y como le ha dicho Miguel que haga. La ruleta gira y, ¡oh sorpresa! sale rojo y le dan a Ramón el doble de lo que apostó. Después, le paga los 160 euros a Miguel, tal y como habían acordado. La segunda vez, Miguel le dice que vuelva a apostar todo al rojo, cosa que hace él aunque no esté muy de acuerdo. Gira la ruleta de nuevo, y vuelve a salir rojo, así que le dan el doble de lo que apostó. Después, vuelve a pagarle los 160 euros a Miguel.
Al ver que está en racha, acude por tercera vez a Miguel, que le dice esta vez apueste al negro. Él le hace caso, y después de que gire la ruleta, sale el negro. A Ramón le vuelven a dar el dinero, y después de esto le paga a Miguel. Entonces se da cuenta del error que ha cometido: se ha quedado sin dinero.
¿Cuánto dinero tenía Ramón al principio?